Karl
Marx y sus obras continúan siendo referentes para quienes de una u
otra forma consideran el cambio social y material como alternativas,
para contrarrestar y quizás en un futuro eliminar los elementos de
explotación y desigualdad, en el ámbito socioeconómico, que trae
consigo el capitalismo actual. Aunque de muchas maneras se ha tratado
de silenciar a quienes han practicado las tendencias Marxistas, por
otra parte estas han funcionado como punto de partida para distintas
ramas de las llamadas Ciencias Sociales, tal es el caso de la
Arqueología, con la Arqueología Social Latinoamericana (ASL).
La
ASL, es una elaboración teórica propia de Latinoamérica. Donde se
presenta una producción del concepto de modos de vida y la
influencia del materialismo histórico, de Marx se destaca. Los
objetivos básicos que plantea la ASL son: inferir la conducta social
a partir de los restos culturales, poseer una pertinencia social
(¿Para qué se realiza desde la arqueología?, si le va a funcionar
al país, a las regiones o comunidad) y estudiar la unidad procesal
histórica, esto quiere decir, los elementos que son analizados u
observados desde el presente al pasado (Cavallini,2015).
La
ASL ha aportado distintas perspectivas así como conceptualizaciones
como lo son: modo de vida, objeto de trabajo, fuerzas productivas,
entre otros. Y aunque han sido categorizada y demás se presenta como
una opción al desarrollar un trabajo de investigación en sitios
arqueológicos.
Como
parte de los antecedentes en Venezuela en la década de los cincuenta
surgen dos tendencias, inicialmente quienes continúan promulgando el
pensamiento Norteamericano tomando en cuenta referentes del enfoque
histórico cultural (Vargas, 1996, p.4), quienes además eran
procesualistas y con la base Marxista de México. Y quienes
seguidamente, eran la otra tendencia, asumieron una posición mucho
más crítica y que buscaba el análisis de contextos sociales e
históricos del pasado.
En
los años setentas con la publicación de algunos libros, se conocen
las ideas de arqueología social o Marxista, estas con interpretación
distinta a la teoría pero misma base de Marx (Rodríguez &Olivo,
2008, p.27). Con esto podría decirse que ha surgido la ASL y en 1975
se lleva a cabo la reunión de Teotihuacán, donde se plantea como
debe realizarse un trabajo de investigación desde la ASL. Entonces
podría decirse que la ASL surge para finales de los años 60’s e
inicios de los 90’s, principalmente en la parte de Venezuela. En el
caso de Chile se da una nueva forma de hacer la arqueología
(Cavallini, 2015).
Su
ideología Marxista fue fortaleciéndose con los cambios
revolucionarios de Latinoamérica, eso permitió el nacimiento de
generaciones de arqueólogos Marxistas (Fuentes & Soto, 2009,
p.4)
Tratando
de crear una propuesta teórica que tuviera los elementos históricos
y metodológicos del Marxismo, la ASL se caracteriza por la
aplicación de los mismos (o el intento), tal y como lo plantea el
materialismo histórico- dialectico (Hernando, 1992, p.22).
Con
respecto al trabajo
de campo
realizado en la ASL, se puede mencionar que es un trabajo exhaustivo
que posee una transcendencia enorme, pues esta adquiere un compromiso
político con las sociedades actuales y las sociedades antiguas,
especialmente donde se encuentran sitios o vestigios arqueológicos
(Cavallini, 2015).
Entre
sus principales exponentes se encuentran: Luis Guillermo Lumbreras,
quien desde Perú, se dice, da origen a la ASL; Mario Sanoja, Iraida
Vargas y Luis Molina de Venezuela, también Luis Felipe Bate de Chile
y Griselda Sarmiento de México. Sanoja y Vargas aconsejaban a el
presidente Hugo Chávez en cuestiones de patrimonio, cultura y
sociedad, posteriormente estos mismos, abonados a Molina fueron
quienes trajeron la ASL a Costa Rica (Vargas, 1996, p.4).
Desde
la ASL, los sitios
arqueológicos
representan o van más allá de una simple acumulación de restos
materiales, pues también forman parte de gran cantidad de acciones
culturales relacionadas con comunidades humanas reales, así mismo la
manera en la que se utilizó el espacio que ha sido excavado
representa la racionalidad y conocimiento de estas comunidades sobre
el desarrollo y ordenamiento espacial (Cavallini, 2015). Por ello, es
necesario creer que desde la ASL, en un sitio se pueden leer muchos
elementos ambientales, económicos y sociales. Esta premisa es una
fuerte crítica al enfoque histórico cultural, pues con la ASL se
plantea transcender en la descripción, en la interpretación, ver
quienes fueron/son los sujetos sociales involucrados detrás de los
artefactos, sus elementos (económicos, sociales, ambientales y
religiosos) y visualizar el ámbito económico y político como parte
del enfoque.
Por
otra parte, en los objetos
se pueden encontrar diversas señales: un conjunto de relaciones
establecidas entre una comunidad y el objeto de trabajo, la tierra
(ente para la reproducción física y social, relación dialéctica).
En segundo lugar muestran las relaciones sociales entre
individuos-comunidad- espacio, todo esto se refiere a los procesos
del trabajo, en estos el elemento teórico como tal no se desarrolla
(Cavallini, 2015). La relación entre aldeas y el tiempo, el tiempo
se trabaja desde el proceso histórico pero en intervalos de tiempo.
El contexto de un objeto posee gran importancia pues refleja lo
realizado por las fuerzas productivas (individuos) para solventar sus
necesidades.
Así
mismo, la ASL debe tomar en cuenta diversos elementos como lo son:
los suelos (procesos climáticos, geomorfológicos, producción y
potencialidades), la topografía, flora y fauna actual y antigua. Y
algunas definiciones Marxistas para su comprensión. La
tierra
(objeto de trabajo) como tal es un elemento de gran importancia pues
en esta se encuentran las materias primas para la producción de
artefactos e instrumentos. Los medios
de producción
en este caso son aquellos elementos que han sido usados para
subsistir (Cavallini, 2015).
El
concepto de economía
o formación social
y modo de producción es una de las categorías fundamentales de la
ASL, la otra categoría básicamente se refiere a los modos de vida
(Cavallini, 2015). Los modos
de vida
sirven para comprender como operan, se organizan y habitan las
sociedades. A lo largo del desarrollo histórico se han dado ejemplos
diversos de modos de vida tales como: cazadores y recolectores,
aldeanos y cacicales. Cada modo de vida posee características
específicas como la producción, los elementos sociales e
históricos, lo simple y complejo, entre otros. Generalmente entre
este concepto se encasilla el de modo
de producción
que se refiere a la manera en cada grupo resuelve sus necesidades.
El
grupo domestico es un concepto biológico que retoma la ASL
refiriéndose a un conjunto de individuos que se encuentran
emparentados entre sí, de la misma forma cada grupo tiene un jefe y
un espacio doméstico o área territorial, donde se desarrollan las
actividades y en general la vida comunitaria.
Finalmente,
la fuerza de trabajo en la ASL se refiere a los seres humanos o bien
a la tierra como producto social (Lull, 2005, p.12) ya que es lo que
hace que el trabajo como tal funcione, lo mueve y transforma. Es
importante tomar en cuenta que cada uno de los categorías Marxistas
pueden repetirse en varios elementos.
Relación
política de los arqueólogos con el enfoque
Existe
un nexo bastante amplio, pues la ASL, no solo se convirtió en un
enfoque más en la arqueología, sino también en una posición
política. Dicha posición tiene un compromiso social y busca
reconstruir todos los elementos históricos, criticando especialmente
a las cunas capitalistas (como Estados Unidos) (Rodríguez &Olivo,
2008, p.28) y analizando cuales son las causas de las actuales
condiciones que presenta América Latina.
Según
Cavallini (2015) los arqueólogos velaban por cuestiones mucho más
sociales, como por ejemplo la inserción de las sociedades aborígenes
americanas dentro del sistema capitalista. Siempre manteniendo la
critica a las sociedades actuales, a la expansión, a la “arqueología
del capitalismo” y explotación que vienen en conjunto con el marco
capitalista de sistema. Con ello, la ASL da respuesta desde la
arqueología a los países de Latinoamérica.
A
modo personal, considero que la aplicación de los métodos
exhaustivos especialmente en el trabajo de campo, reflejan la
rigurosidad que debería tenerse en un sistema de gobierno,
incluyendo los diferentes grupos sociales, sus problemáticas y
caracterizaciones propias. Además de ello, el compromiso que la ASL
tomo con la sociedad y en las luchas sociales la posiciona como un
referente político de cambio y de revolución, especialmente para
las zonas golpeadas de América Latina.
La
ASL constituye una tendencia particular pues sus principios siempre
se han encontrado orientados al compromiso con la sociedad, además
de esto Latinoamérica posee características especiales, que de
alguna u otra forma se encuentran relacionadas con “conflictos”,
y es por esto que la labor de los investigadores en arqueología, ha
dado un fruto único y excepcional, como lo es esta corriente del
pensamiento.
El
método comparativo es de suma importancia para comprender las
relaciones sociales y la parte ideológica, ya que solo así se
encontraran las diferencias o características particulares de los
sitios en estudio.
Para
la actualidad es importante tomar en cuenta el contexto neoliberal y
los sistemas capitalistas en los que se encuentran los países de
Latinoamérica, por lo cual el implantamiento de ideas opositoras, ya
sean Marxistas, socialistas o de corte de izquierda, son con
frecuencia rechazadas, a excepción de las clases trabajadoras
explotadas. Sin embargo, en cuanto al trabajo de la ASL es necesario
que se dé a conocer en los distintos ámbitos académicos y
políticos como respuesta a la conservación de sitios y el quehacer
arqueológico. Y que además esta sea tomada en cuenta como la
propuesta de cambio que pretende ser, no solo para el gremio
arqueológico, sino también para quienes gusten tomar en cuenta sus
bases teóricas para otros enfoques.
Referencias
Bibliográficas
Cavallini,
C. (2015) Presentación oral de la clase de Arqueología social
Latinoamericana, curso teorías antropológicas II, Universidad de
Costa Rica, San José, Costa Rica.
Fuentes,
M. y Soto, M. (2009). Un acercamiento a la Arqueología Social
Latinoamericana. Cuadernos de Historia Marxista. Recuperado el 8 de
setiembre del 2015, de: http://rebelion.org/docs/103184.pdf
Heraldo,
A. (1992). Enfoques teóricos en la arqueología. Recuperado el 6 de
setiembre del 2015, de:
file:///C:/Users/Mau/Downloads/Dialnet-EnfoquesTeoricosEnArqueologia-176590.pdf.
Lull,
V. (2005). Marx, Producción, sociedad y arqueología. Trabajos de
prehistoria 62. N.1.p.12.
Rodríguez,
Lidia y Olivo del Olmo, Omar. (2008). Arqueología Social y
arqueología antropológica. Aproximaciones a la Praxis de la
arqueología latinoamericana. Estract Critic. Revista
d´Arqueología.Pág.26-35.
Sanoja,
Mario. (1984). La inferencia en la arqueología social. Boletín de
Antropología Americana No.10. Pág.35-44.
Vargas,
Iraida. (1996). La arqueología social: un paradigma alternativo al
angloamericano. El Caribe arqueológico 1. Pág.3-7.
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